
Desde el inicio de la Transición, España ha sufrido una metamorfosis única que lo ha llevado de ser uno de los más centralizados a ser de los más descentralizados en el mundo democrático. Regiones, nacionalidades, naciones, autonomías,... llamémoslos como queramos, han asumido el papel de la gobernabilidad de sus respectivos territorios administrando desde la educación hasta la sanidad pasando por variopintas competencias, eso si, limitadas por la constitución de 1978. Unas se constituyeron por motivos nacionales y culturales, otras por afinidad geográfica, otras por intereses económicos y algunas fracasaron en su intento. Incluso existen autonomías que luchan hoy en día por desalojar el papel del estado de su comunidad, demandando ya competencias que estan fuera de su alcance constitucional y acercándose a la frontera del estado federal, de la cual no estan ya muy distantes.
En 1976 en la provincia de Burgos la autonomía no era una demanda especial. Después de casi 40 años de franquismo la llegada de las libertades democráticas eran recibidas de manera pacífica y racional donde por fin todos los españoles pensáramos lo que pensáramos podriamos al fin abrazarnos en libertad de derechos y las disputas entre izquierda y derecha se dirimiesen democráticamente en un parlamento representativo. Ley de amnistía, libertad de pensamiento, retorno del exilio era algo esperado por muchos. No así la configuración de la España de las autonomías.
Los estatutos de autonomía, para qué vamos a negarlo, es demanda especial de tres y si me apuran de dos, esto es, Cataluña y Pais Vasco. En estas comunidades la tradición autonómica entronca directamente con los estatutos de la Segunda República y el sentimiento permaneció escondido durante los años de la dictadura para florecer de nuevo como una gran demanda social que demostró mediante manifestaciones y otros actos la necesidad de la autonomía.
Mientras esto pasaba, los flamantes representantes políticos de los burgaleses, seguros de si mismos y con la autoridad que les daba esta tierra se iban posicionando sobre la ubicación de la provincia en el mapa autonómico. ¿Cuales son las provincias que Burgos debería gestionar como Cabeza de Castilla que es? La idea de Castilla la Vieja era ya algo desfasado y el proyecto debía engrandecerse juntando a León con Castilla. Primero el instituto castellano-leonés, luego el consejo general de castilla y león ya sin Logroño ni Santader y con la resistencia de Segovia y finalmente la autonomía, acabaron con las aspiraciones de Burgos que pasó de liderar a ser dirigida por la batuta vallisoletana; el engaño había funcionado a la perfección. Pese a todos los esfuerzos el sentimiento confundido y la cesión y sacrificio identitario de los burgaleses nunca se verían compensados. ¿Cual es la verdadera finalidad de Castilla y León? Eduardo Moreno Diaz, diputado de UCD por Valladolid, decía lo siguiente en la multitudinaria manifestación pro-autonomía de marzo de 1978: queremos la autonomía para Castilla y León, porque durante muchos años hemos sido victimas del poder central.
Gracias por encauzar en un sólo blog el pensamiento que miles de burgaleses tenemos. A partir de ahora seguiré todo lo que aquí se publique y participaré en lo que me sea posible.
ResponderEliminarSUERTE!