jueves, 24 de septiembre de 2009

Autopista Dos Mares o "El Capricho de Revilla"


Existe en la localidad cántabra de Comillas una de las pocas obras con las que Antonio Gaudí obsequió al mundo fuera de su Barcelona modernista. Se trata de una casita (hoy restaurante) concebida como torre de recreo para el cuñado del Marqués de Comillas pero que debido a sus proporciones y ornamentación de estilo oriental cumplía con demasía la función otorgada para la única persona que la habitaría. De ahí su nombre: El Capricho.

Del mismo modo y 125 años después, el influyente presidente de la comunidad cántabra, simpático hablador y monclovita Miguel Ángel Revilla, en una de sus ocurrencias, está impulsando la realización de una autopista de peaje llamada "Dos Mares" o AP-69 que discurriría en diagonal descendiente desde las inmediaciones de Reinosa hasta Miranda de Ebro, atravesando en la mayoría de su recorrido la provincia burgalesa y partiendo por la mitad al Valle de Tobalina. La razón de la realización de esta infraestructura es básicamente la de enlazar las vias cantábricas con la zona del mediterraneo y levante de una forma directa.

Se da la circunstancia de que en estos momentos se están realizando sendas obras que, si todo va bien, acercarán de igual manera Cantabria al este del pais. Me refiero a la "Supersur" de Bilbao o futura BI-30 y la autovía de Burgos a Aguilar de Campoo o futura A-73. Frente a estas vias, la Dos Mares supone menos de 20 minutos de ahorro yendo por Aguilar y ninguno utilizando la variante vizcaina, segun datos de la Plataforma contra la Autopista Dos Mares. Además las dos alternativas carecen de peaje. Y es aquí donde radica su inutilidad.

Lo que no se dice en los medios son los delirios de Revilla por la construcción de una alternativa que impida el paso del tráfico cántabro por el Pais Vasco. Y si es preciso pasar por otra provincia de cuyo nombre no quiere acordarse atropellando zonas de alto valor ecológico y ninguneando a las Merindades pues se hace.

Desde mi punto de vista burgalés esta autopista no nos beneficia en nada. Es más, es una burla a sumar a las demandas históricas de comunicar Santander, las Merindades y Burgos con una vía de alta capacidad. Y para Burgos es una pieza más en el puzzle de la perdida de centralidad que supone su ubicación. La A-73, la AP-69, la A-67,... todo sea con tal de no llegar de la Meseta al Mar por el paso utilizado durante siglos y siglos: el puerto del Escudo. Nada es imposible. Imposible era la construcción de una autopista a Asturias por Pajares debido a sus desniveles y orografía pero ahí la tenemos. Imposible era la financiación de una autopista que fuese de Bilbao a Zaragoza y al final se pudo hacer. Como siempre y desde hace casi tres décadas, llegamos tarde a todo.

En lo que nos queda de año podríamos presenciar la licitación de la autopista a la concesionaria privada que se encargaría de su construcción gestión y conservación. Por la inutilidad, por el alto coste ecológico y por dignidad, desde este blog me opongo a la construcción de la autopista, un auténtico capricho de Revilla que tendremos que soportar. Y, como no, contando con el beneplácito de "nuestros políticos". Si quereis saber más, entrad en el blog "ap69 no gracias"